lunes, 15 de octubre de 2012
domingo, 14 de octubre de 2012
BAJO DIGITAL
miércoles, 3 de octubre de 2012
Llega el afinador automático de guitarras para quitarle toda la gracia al asunto
Habréis visto que hoy en día hay multitud de opciones para afinar la guitarra con dispositivos electrónicos capaces de decirte como está.
Pero hoy en día gracias a TunerMatic ya no sólo podrás afinar tu guitarra sin tener ningún oído, sino que además si eres rematadamente vago o te faltan los dedos el afinador automático moverá las clavijas por ti.
Pinche aquí para ver el vídeo
Los afinadores electrónicos la verdad es que son geniales pero ¿esto no es excesivo? ¿Tanto cuesta mover una simple clavija? Si además te avisan en cuanto llegues al tono que necesitas ¿para qué quieres que lo mueva por ti?
Puede que si eres muy, pero que muy vago, entonces tenga más sentido, pero lamentablemente tendrás que seguir rasgueando las cuerdas hasta que no inventen otro aparato que también lo haga por ti. Ya que estamos puestos ¿por qué no toca también por ti a lo pianola?
Si estás interesado en quitarle la gracia a afinar tu guitarra, TunerMatic cuesta 50 dólares, más otros 13 para un micrófono adicional en caso de que tu guitarra no tenga pastillas.— Dani Burón [TunerMatic]
visto en : Gizmodo ES de dburon
visto en : Gizmodo ES de dburon
martes, 2 de octubre de 2012
lunes, 1 de octubre de 2012
Creado el instrumento musical más pequeño del mundo: la primera nanoguitarra
de Xatakaciencia de Sergio Parra
Mide 10 micrones (un micrón equivale a una millonésima parte de un metro) Es decir, que es tan grande como un glóbulo rojo. Sus seis cuerdas miden 100 átomos de ancho. Es una nanoguitarra. El instrumento musical más pequeño jamás creado. Es una copia de un diseño clásico de la legendaria Gibson Flying V.
Bien, eso no es del todo justo. Fue en 1997, en la Universidad de Cornell, cuando nació la primera nanoguitarra. Sin embargo, la pionera no fue tocada. Ésta sí.
Para tocar esta segunda nanoguitarra no se usó una nanomano que digitara las cuerdas sino un láser en miniatura. Sin embargo, ni siquiera los micrófonos más sensibles pueden capturar el sonido que emite la nanoguitarra: las cuerdas vibran en frecuencias 17 octavas más altas que las de una guitarra real (es decir, unas 130.000 veces más agudas).
Así que se emplea un ordenador para calcular el rastro acústico del sonido. Éste contabiliza el número de reflejos del láser utilizado para “tocar” las cuerdas. La luz del láser, enfocada, golpea a las “cuerdas” que al vibrar crean patrones de interferencia en la luz reflejada. Este efecto puede ser detectado y convertido electrónicamente en notas audibles. Se obtienen sólo tonos simples, si bien podrían tocarse acordes activando más de una cuerda a la vez.
Dustin W. Carr y su supervisor, Harold G. Craighead han sido sus creadores, y con ello quieren poner de relieve las virtudes de una ciencia tan precisa y detallada como la nanotecnología. La nanoguitarra también ha demostrado que los NEMs (sistemas nanoelectromecánicos) pueden modular luz, y que por tanto podrán ser usados en los sistemas de comunicaciones por fibra óptica.
Craighead y su equipo incluso han llegado a crear una ‘nanobáscula’, capaz de pesar una bacteria, recopilar información y, en ocasiones, de llegar a diagnosticar un cuadro médico a escala atómica.